Que sigue después de la terminada? Pues la tusa. Que cuánto dura la tusa? Pues depende. A unas les dura una semana y media. Otras se mueren y nunca la superaron al 100%. Otras pareciera que la han superado, pero en cualquier momento pelan el cobre y uno se da cuenta que la tienen fresca. Si no me cree, Fíjese en las que se emborrachan y empiezan a llorar. O a las que se encuentran al mister en la calle y se les daña la noche. O busque a esas viejas que cuando están en un Karaoke y oyen “I Will Survive” se tiran, atraviesan el recinto a pasos agigantados, le arrebatan el micrófono al que sea y cantan con el corazón, el estomago, el hígado y hasta el útero. Y cuando se acaba el “track”, quedan despelucadas, vueltas miseria y acordándose del sátrapa que las dejo. Y que las dejo así, confundidas, indefensas y expuestas a todo… Luego vuelven a fingir, se reúnen con su grupo como si nada hubiera pasado, pero ya se sabe que por dentro está el fantasma del novio calavera azotándolas.
Las que lloran y lloran, y hablan y cuentan, comparten su dolor, reparten culpas y el dolor se va volviendo más liviano con el paso de los días. Y definitivamente después de que dan lora y transmiten 24 horas al día los sucesos del incidente, salen adelante, y mucho más rápido de lo que ellas creían. Las que se quedan calladitas, se quedan calladitas por varias razones:
1- Porque les cuesta admitir que perdieron algo.
2- Porque no quieren aceptar que a pesar de las advertencias y las mil batallas, al final, terminaron como todo el mundo les dijo que iban a terminar, entusadas y con mucho tiempo perdido.
3-Porque tienen la esperanza de volver. Cualquiera que ve las cosas desde afuera diría: Volver? Mucha bruta y para que va a volver con ese tipo? Y si, mucha bruta, pero entendamos que la capacidad de raciocinio de esta pobre mujer esta diezmada. Esta mujer probablemente lleva meses o años viviendo en una relación que jamás pudo manejar. Una relación que les exigió tanto que no dieron abasto con lo que el Don Juan pedía y se olvidaron de ellas mismas. Aprendieron a ser camaleón, a pensar como él, a comer lo que comía él, a ver los programas que veía él, a leer sobre los temas que le interesaban a él, y hasta a coincidir con todas sus opiniones a pesar del mundo entero. A una mujer así no se le puede exigir que de un día para otro estrene el cerebro por segunda vez. Ese cerebro que esta lavado, planchado, almidonado y moldeado a la conveniencia del delincuente común que las engañó, se aprovecho de su amor, su confianza, su generosidad, su necesidad de sentirse querida y su fe en el amor.
A estas mujeres, que a pesar de todo, se pasan la vida pensando que el galán va a regresar, y va a regresar como nuevo, cambiado, renovado, se les pasan de nuevo los meses, los años y hasta la vida entera y jamás superan la tusa. Lamentablemente no hay nada que hacer para ayudarlas porque además de todo, les parece que el señor que se fue, era bueno y que perdieron mucho.
Como a las que en plena calle el marido les pega una pela y se enojan cuando alguien se mete a defenderlas. Allí no hay nada que hacer, sino esperar a que por fin se cansen. Ellas no deciden, ellas se cansan y allí es cuando hay que darles la mano. En mis 38 bien vividos años, he oído argumentos para seguir con un maleante de estos como: “Es que el me hace el cafecito todas las mañanas.” ( Y yo por dentro con ganas de cachetear a la ilusa y responderle, si, idiota, el cafecito por la mañana, y por la tarde te ponía los cuernos, y por la noche se te gastaba la plata, y los fines de semana se te escapaba, pero noooooooooo, fresca que el café es muy importante y es dificilísimo de preparar, y carísimo, vale como un dólar en Mac Donald’s, idiotaaaaaaaaaaa!!!)
Otra me dijo un día: “Es que me muero del susto de quedarme sola” (y yo por dentro gritándole, “es que no te has dado cuenta que estás sola desde hace rato boba?”) Otra me salió con que “yo sé que no me quiere, yo sé que no me conviene, yo sé que me hace sufrir, pero solo con verlo en la casa me siento tranquila.” (Y yo otra vez reventándome: “Claro, entonces sufra mamita y sufra que no hay nada que hacer, no se le vaya a ocurrir pensar que se le está pasando la vida, que se está enfermando, se está enloqueciendo, que va, sígase sintiendo tranquilita mija.”)
La peor de todas: “Yo sé que me engaña, pero como no lo he visto no me interesa.” Que dice uno ahí? Uno se queda pensando: “Dale señor el descanso eterno y brille para ella la luz perpetua”, porque esa lo que esta es muerta en vida y ni cuenta se ha dado.
Todas hemos pasado por allí, a todas nos han echado, nos han engañado, a algunas varias veces, pero lo importante es aprender. Aprender a manejar el dolor, aprender a salir adelante, aprender a confiar de nuevo, aprender a querernos. A ver el mundo desde la normalidad en la que todas las mujeres somos lindas simplemente porque podemos amar, ser madres, amigas, amantes y profesionales.
A entender que si un tirano emocional nos trato de manejar la vida, no quiere decir que no nos merecemos algo mejor. A asimilar que nos van a dar el valor que nosotras mismas nos demos. Todas mis oraciones para aquellas mujeres que de una u otra manera terminaron en el hoyo una vez más. Todo mi apoyo a aquellas que lo necesiten y lo quieran. Un aplauso para las que en una semana y media o años, lograron salir adelante. Acuérdense que siempre tienen amigas que las aman, que las acompañan en las buenas y las malas, y que la vida no es solo bella al lado de un hombre. La vida es mucho más.
Vive Mundo Solteros ¡Un Nuevo Concepto de Vida!
