
Las parejas felices a menudo consideran al compañero como su mejor amigo, en cambio dos enamorados en crisis se comunican poco y mal y pueden convertirse en verdaderos enemigos.
Algunas investigaciones psicológicas (Wallerstein y Blckeslee, 1995, Gottlieb, 1990) nos han revelado cuales son los secretos de las parejas felices.
Las respuestas dadas por las personas felizmente casadas son muy parecidas y esclarecedoras:
• Consideran al compañero como su mejor amigo. Le confían sueños, emociones, proyectos, son abiertos y sinceros el uno hacia el otro.
• Aceptan el otro tal como es y no tratan de cambiarlo.
• Se concentran en los lados positivos de la pareja, saben apreciarle y darle las gracias por todo lo que hace, también por las pequeñas amabilidades de cada día.
• Se respetan recíprocamente, tienen el mismo poder dentro de la pareja y toman juntos las decisiones importantes.
• Tienen el mismo modo de ver la vida: están de acuerdo sobre las cosas importantes, sobre los valores básicos y sobre los objetivos a alcanzar.
• Saben cómo gestionar los conflictos. Aceptan no estar de acuerdo en todo, están dispuestos a llegar a compromisos. Expresan la agresividad de un modo constructivo.
• Tratan de hacer juntos cosas interesantes y combaten la rutina buscando nuevos intereses.
• Saben respetar los espacios del otro.
• Consideran su relación muy importante y están dispuestos a invertir tiempo y energía para hacerla funcionar.
Sugerencias para ella:
• Aprende a ser asertiva. ¿No te ayuda bastante en casa? No te disperses en quejas sin fin del tipo: “Eres tan egoísta”, comunica en cambio tus exigencias en el modo más directo y claro posible. Un ejemplo de comunicación asertiva podría ser éste: “Hoy he tenido un mal día y me siento triste. ¿Puedes escucharme?”.
• No trates de cambiarlo. Ciertas mujeres se enamoran de la imagen idílica de un hombre y desperdician tiempo y energías para hacer que su pareja se convierta en una persona diferente y mejor. No es necesario decir que estos intentos no funcionan nunca y que la relación es más que satisfactoria si dos personas se aceptan tal como son.
• Respeta tus espacios. No hagas de un hombre la única razón de tu vida y no descuides amigos e intereses.
• No hagas de maestra. Ciertas mujeres se comportan con el compañero como una mamá con el propio hijo. Para que la relación funcione es necesario pensar que sois dos personas adultas.
• Hazle sentir el mejor.
Sugerencias para él:
• Aprende a escuchar. Un hombre adquiere bastantes puntos a los ojos de su compañera si le escucha. Escuchar no quiere decir dar consejos o encontrar soluciones a un problema, significa tratar de entender lo que ella está sintiendo en aquel momento y compartir con ella las emociones.
• No lo des por descontado. Después de años juntos puede parecer normal olvidar el día de San Valentín y otras celebraciones emotivas. Pero si quieres que la historia dure, tienes que seguir haciéndola sentir importante y especial. Los modos pueden ser muchos: desde llevarle el desayuno a la cama, a una llamada sólo para decirle que le quieres.
• Dedícale tiempo de calidad. La relación de pareja es como una planta, si quieres que crezca y prospere tienes que regarla, es decir, dedicarle tiempo y atenciones.
• Comparte tus emociones. Para muchos hombres abrirse y hablar de los sentimientos puede ser muy difícil. Pero si ella es la mujer de tu vida, vale la pena hacer un esfuerzo en este sentido y abrirse.
• Cuida tu aspecto. El desaliño es un triste componente de muchas relaciones consolidadas. Barba descuidada, mal aliento o una imagen personal desatendida son grandes enemigos del eros y la pasión.
• Repartid las tareas del hogar si vivís juntos.
Monia Presta
psicóloga de ISEP Clínic Barcelona